En 1998 un grupo de jóvenes mexicanos llegaron a Chiapas atraídos por su cultura y su naturaleza. Ya estando aquí se maravillaron con la belleza de cada rincón de sus bosques, selvas, ríos, montañas, lagunas etc. Y de la calidez de su gente.

Así pues decidieron explorar las rutas ya existentes y crear nuevas descubriendo en cada una de sus expediciones, un sin fin de impresionantes lugares como cuevas, montañas, ríos y densas selvas místicas con un gran contenido de sitios arqueológicos mayas y zoques, además de una extensa flora y fauna.

Al querer compartir lo que habían descubierto en estas expediciones no encontraron las palabras para hacerlo y pensaron que la única manera de hacerlo era llevando a la gente para que lo vieran y vivieran ellos mismos.